Por el Lic. Juan Moratto Cuanto mayor es el valor de lo que se trata de proteger mayor será el índice de riesgo a afrontar y más compleja será la solución a aplicar, negarlo es afrontar más pérdidas, más costos y un lucro cesante cada vez más grave El robo hormiga: una especialidad delictiva de la cual ninguna empresa está exenta: perpetuado en las áreas de logística y transporte, el que se realiza en las áreas de despacho, en las zonas de depósito o en las mismas estanterías de despacho. Son delitos complejos debido a que rara vez se llevan a cabo de manera solitaria o sin que nadie haya sido testigo del hecho, volviéndose automáticamente, cómplice del robo. “Clientes” cómplices, compañero/s de trabajo que “auxilian” la labor del delincuente o cómplices externos que retiran la mercadería y materiales robados o el “reducidor”, que puede intervenir en la sustracción y que luego vende el producto del robo. En Vigilancia Online aplicamos métodos conjuntos de control: videocámaras de diferentes prestaciones (inclusive de prestaciones especiales) y control de acceso de personas y vehículos a zonas restringidas, con registro horario y fotografías digitales automáticas. Cuanto mayor es el valor de lo que se trata de proteger mayor será el índice de riesgo y mayor deberá ser la inversión a realizar para evitar el robo. Claro que esa inversión siempre resulta ser muchísimo menor que los daños producidos y más aún si se analiza la duración de los equipos. Cada vez más los empresarios se percatan de estas soluciones. Una firma de la región, distribuidora de repuestos de máquinas y automotores, donde en un breve período de tiempo habían sustraido en modo “robo hormiga” u$s 30.000.- aplicaron una solución en seguridad con una inversión de u$s 6.000.-, la quinta parte de lo robado hasta ese momento. Los robos cesaron, el responsable fue filmado “en el acto mismo de robar” y perfectamente identificado por la autoridad policial. La firma decidió no levantar cargos pero su despido fue inmediato y sin indemnización alguna. El material aunque esté asegurado no evita perder dinero, ya que el lucro cesante nunca se restituye: al no tener el producto para la venta se pierde su ganancia, y sobre todo se pierden ventas “por arrastre”: los otros productos que potencialmente el cliente iba a adquirir. Es decir, la empresa siempre pierde más que lo robado. En síntesis, todo esto puede impedirse antes que ocurra mediante: videovigilancia (CCTV) en sitios estratégicos, procedimientos escritos que deben hacerse respetar a rajatabla, control electrónico de accesos de personas, control electrónico de accesos a vehículos, control satelital y otras medidas confidenciales a medida que aumenta la sofisticación de los productos comercializados y distribuidos como las de empresas del área salud, químicos, materiales importados, y productos de alta complejidad de elaboración.
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Noviembre 2021
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